“Su voz era única, su piano estaba subestimado...”, dijo Paul McCartney con mucha tristeza por la pérdida.
Pablo Cingolani*
¿Qué pasará con toda la energía derramada, toda la fuerza desatada de tu voz, tu actitud, tu potencia expresiva?
¿Será que se elevará a los cielos y desde allí volverá a iluminarnos
Poderoso faro contra el desencanto?
¿O será que volverás en estrellas, en fosforescencias cósmicas, en esos brillos inexplicables que cautivan desde la lejanía, el horizonte y el fin de todas las dudas?